CAPITAL MUNDIAL DEL PERFUME
Grasse, Alpes Marítimos (Francia)
La excepcional ubicación geográfica de Grasse ha dotado a su región de un clima particularmente agradable favorable al cultivo de numerosas especies florales y aromáticas. Con el sol del sur de Francia, la suavidad del Mediterráneo, la frescura nocturna debida a la altitud y la abundancia de cursos de agua, la ciudad disfruta de un microclima excepcional.
Entre la tierra y el mar, Grasse siempre ha vivido al ritmo de la cosecha de flores perfumadas. En la Edad Media, la corporación de guanteros ya utilizaba cultivos locales para perfumar sus pieles. El auge de la perfumería ha consagrado el cultivo de plantas aromáticas como saber hacer ancestral de Grasse.
La rosa de mayo, el jazmín, el nardo, la violeta e incluso el azahar han sido cultivados durante mucho tiempo por productores locales, hasta el declive del sector en la década de los 50, acelerado por la importación de materias primas del extranjero y la creación de moléculas sintéticas. Desde 2016, todo un ecosistema de Grasse se ha movilizado para relanzar la producción de flores perfumadas. Fragonard se enorgullece particularmente de apoyar estos bonitos proyectos y el cultivo de las flores emblemáticas que han contribuido a escribir la historia de la perfumería en Grasse.
Grasse sigue siendo la ciudad de la perfumería tradicional, la patria de muchas “narices” famosas, y el lugar ideal para todos los amantes de la perfumería de calidad.